Hoy nos toca hablar de este mural autoadhesivo que cumple un rol muy positivo en la ambientación infantil, simple, amena, reconocible y simpática.
El perfil muestra un loro de cuerpo entero posado en su clásico “palito”, formando ese cuadro tan característico que hasta puede decirse está impregnado de un halo pedagógico para los más chiquitos.
No solo es menester saber del buen gusto, de la elegancia del estilo, las delicadezas de la combinación, la improvisación… también conviene no despojar al arte de otras propiedades no menos loables tales como lo son, precisamente, los recursos didácticos de la decoración. Con la colección de animales, los pequeños se familiarizan con la fauna mientras que, por otro lado, se predispone a la relación del ser humano con las aves domésticas, la humanización del animal que trae implícita la identificación del hombre con su natural biológico en los antecedentes de la especie.
La caricatura en animales cobró importancia a partir de la extensa creación de personajes zoomórficos y antropomórficos que Walt Disney puso en el imaginario universal del niño y de la cultura en su totalidad, cultivando la relación entre los animales de la casa y sus dueños.
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Ya desde Esopo y sus fábulas, en la Antigua Grecia, la mente del creador ha manifestado sus ansias de acortar espacios entre las especies y fruto de este esfuerzo es la psicología comparada.
Un buen fundamento para entender a los niños y su amor los dibujos de animalitos animados, humanizados y en relación permanente con el ser humano y el medioambiente.
