Una guarda o cenefa es un elemento que se utiliza para adornar entornos lisos, sin dibujos, mediante una franja larga y relativamente estrecha que está llena de un patrón de figuras que, por contraste, hacen resaltar la diferencia. También las cenefas sirven como marco de obras pictóricas o gobelinos porque su uniformidad trae a la vista el centro de atención que rodean.
La guarda que mostramos aquí semeja una madeja de corazones y hojas dando, a los espectadores, libertad de interpretación frente a un estampado sobre vinilo decorativo muy elegante y, hasta cierto punto, sobrio. Para las medidas de 100 cm de largo por 50 cm de ancho el coste apenas supera los 40 euros. Hay otros tamaños y otros precios de acuerdo a las necesidades del interesado.
El uso que puede dársele se extiende desde la delimitación de un zócalo hasta para servir de límite en ambientes que se quieren separar o para rematar obras realizadas y expuestas en alguna de las paredes del hogar.
Suele ubicarse en la pared a una altura cercana al metro, a un tercio del piso y a dos tercios del cielo raso. Preferentemente en paredes pintadas de un solo color y contrastando con mayor o menor fuerza.
Tiene motivos que semejan relieve y especial resistencia a la humedad, por lo que, al tratarse de un artículo autoadhesivo, sorprende por su resistencia al tiempo en baños y cocinas, lugares ciertamente castigados por vapores y salpicaduras.
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