La decoración de interiores implica el conocimiento de ciertos secretos y técnicas como lograr profundidad o sensación de amplitud en un espacio reducido, cosa para lo cual se pueden utilizar espejos, u otros recursos como lo son las cenefas decorativas llamadas también guardas.
Estas guardas son floreadas, sus delicadas formas y tonalidades diversas trasmiten un “dejavú”, una ensoñación sugerida por la escala de violáceos y rosas, cuyas formas pueden cambiar radicalmente la estructura visual de una habitación generando ese efecto de elegancia, equilibrio y seguridad tan deseado.
La cenefa puede fijarse a diferentes alturas y tener distintos anchos logrando la impresión visual de acercar o alejar el techo y enmarcando el perímetro, por algunas o todas sus paredes, con una banda vital, alegre, por su diseño y colorido.
Los bocetos que repiten patrones de figuras delicadas, como la de esta franja autoadhesiva, se recomiendan para habitaciones infantiles, niñas, niña o jovencita y hasta para una señorita, todavía soltera, ya que exalta la capacidad creativa y la feminidad que se auto confirma en esta etapa de niñez preadolescente.
Las flores siempre aluden a un paisaje refrescante, a la novedad aromática y vistosa de la vida del paraíso, prestada a la tierra, cada año, por unos días, en primavera.
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