El arte y el amor han sido siempre hermanos, amar mueve al artista, al decorador, la sutil mano del que sueña puede a su vez conectar con los que vemos y vivimos este tipo de expresiones apologéticas del trance victorioso de la fusión.
Un gato negro que lleva un cargamento, liviano y volátil, por cierto, de rojos corazones, es el protagonista de este mural de vinilo decorativo que se hace cómplice de tus momentos más personales.
Si este felino perdidamente enamorado te hace recordar que no hay nada mejor que este estímulo, motor de la existencia, no es mala idea entrar al lugar a consultar por la compra del mismo. Hay diferentes tamaños y colores y, además, te sorprenderás al comprobar los precios muy convenientes frente a otras opciones decorativas.
No olvides, si te llevas este mural, que es autoadhesivo y que debe fijarse en un lugar liso, seco y limpio para garantizar su durabilidad, muy satisfactoria, por cierto, y que promedia en los 3 años de vida útil con un mantenimiento básico.
No solo se fijan en la pared, también sobre otros materiales como el cristal, los grandes electrodomésticos o sobre biombos o mamparas de plástico.
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