Indudablemente que este vinilo respeta todas los requerimientos de un buen diseño; es encantador y -lo más importante- lo destacamos porque al verlo “nos mueve algo dentro”. Eso que nos pasa cuando reconocemos una imagen del pasado.
Quizá la niña con el paraguas ¿habéis visto que cada vez lo usamos menos?, quizá la canción infantil del chaparrón. Pero también contribuye la tonalidad de celeste verdoso tan usada en otras épocas y el diseño del tapado de la niña ¡y hasta el corte de cabello! Ahora las niñas rara vez se cortan el pelo luciéndolo súper largo siempre.
Entonces, hay varios elementos que hacen que este diseño tan delicado y bonito sea un detalle retro para la casa ¿dónde ponerlo? No es exclusivamente un vinilo infantil; quizá en ese desván en que guardamos el baúl con nuestras pertenencias de cuando éramos peques ¿qué tal quedaría?
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