El resultado de las etiquetas de pared, con infinidad de tamaños, colores y motivos, tiene comprometidos a las empresas que venden vinilos decorativos a no fallar en lo que a la oferta de calidad, elegancia y oportunidad se refiere para la decoración de la casa. Así es que cada vez hay más tiendas y cada vez más diseños; más estilos, más funcionalidades, más de todo.
Cobra importancia en esta ocasión la sutileza del arte oriental, que se introdujo con ímpetu ya en la época del Imperio Bizantino, y que armoniza la naturaleza con la estética del sofisticado espíritu humano.
La silueta de un árbol en equilibrio, con un fondo verde amarillento, logra el aplomo deseado para definir el centro del espacio o conquistar el punto de gravedad visual del recinto. En este sentido, puede decirse que la imagen, contiene y extiende un criterio de armonía geométrica, cuestión muy aprovechable en ambientes ordenados, sobrios y con buena iluminación natural.
La alusión al reino vegetal y más aun al árbol como símbolo, tiene raíces muy viejas, y denota en cierta forma esa relación mítica religiosa entre el humano y el árbol que lo acoge.
En este nexo ser humano-árbol, el imaginario actual se llena de ejemplos de las primeras vocalizaciones de la razón y la expresión de nuestra raza: El árbol de la ciencia del bien y del mal, el árbol de la vida, el árbol de Buda, el árbol sagrado, dependiendo de cómo uno lo quiera interpretar.
El Stiker, con medidas de cincuenta por setenta (50 cm x 70 cm), tiene un precio muy bajo de € 7.91, variando según tamaño y motivo.
Aprovechar esta opción es, ciertamente, una buena decisión. Para ver más sobre este vinilo decorativo, entra en: Vinilos Decorativos Orientales.
