Si bien hay que ser muy cuidadoso de cómo se ponen los excesos de brillo en cualquier habitación para evitar caer en el peor de los errores que es la sobrecarga y el exceso de estímulos que esto provoca, un vinilo espejado puesto sobre las mesas de luz a cada uno de los lados de la cama, puede quedar muy bonito; me imagino que el efecto que deja en las paredes opuestas cuando refleja las luces ténues de las veladoras o de la TV si se tiene en el dormitorio, otorga un detalle muy interesante.
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