En un lugar de La Mancha…

“En un lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme”; una frase que cualquier hispanohablante reconoce; una frase que es el preámbulo de una genialidad del pensamiento. Cualquiera imagina lo que Cervantes disfrutó escribiendo El Quijote; hasta uno puede imaginarse que le desveló pero también le despertó más de una sonrisa.

Este vinilo decorativo tiene por fin recordar El Quijote, una obra que para que las nuevas generaciones se aproximen a entender su razón de ser, es como Los Simpson de otra época donde el reirse de sí mismo, forma parte del hilo conductor de muchos de los sucesos.

Gustó y sigue gustando; por más que los valores no sean los mismos ni los indicadores de gloria, ni los indicadores de riqueza, ni nada se le parezca; sin embargo es un ejercicio mental muy rico sumergirse en sus metáforas.

Como elemento decorativo, el vinilo de Don Quijote muestra en una especie de skyline varios elementos de 2 de los personajes; muy bien puesto como cabecero de cama, también queda genial sobre el sofá largo de la sala y, digámoslo; invita a la lectura.

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