Toda edad merece su sabio respeto y así también lo necesita con especial celo la edad adolescente. Por eso este autoadhesivo, incluido en la extensa gama de vinilos decorativos, además de despertar una sonrisa nos permite pensar en la justeza y sabiduría de dejar espacios de libertad al joven que pide su propio aire.
El adhesivo es de un material muy resistente, apropiado para estos menesteres, se puede fijar en la pared, en la madera de la puerta o el cristal de un ventanal, en realidad cualquier superficie suficientemente lisa y seca sirve para pegar el autoadhesivo.
La imagen que simula aspas en movimiento sugiere salir del camino, hacer lugar al propietario del sitio, al “dueño” de la habitación, un símbolo que habla de dejar circular o de “extraer” la atmósfera viciada.
Con pocos euros matas así 2 pájaros de un tiro porque el mural vale para hermosear el ambiente, con su función decorativa y, además, también advierte respecto al tema de la convivencia social y familiar, en lo que puede ser gracioso hay buen material de reflexión.
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