Los recursos e impresiones que el arte y la decoración consiguen aciertan, en ocasiones, a muchos blancos, que no son otra cosa sino los puntos sensibles del espíritu humano.
El tema “ventisca” o soplo frío de viento, que en ocasiones viene acompañado por lluvia, es un claro ejemplo de esta cuestión porque remite de una realidad a otra opuesta, ambientando y reambientando al protagonista, que en este caso no es otro que el observador.
Un árbol lleno de movimiento, ya desnudo o desnudado, porque ha perdido todas las hojas, está siendo azotado por una racha de viento, en esta magnífica representación del crudo invierno parisino.
La obra impresa en vinilo adhesivo representa entonces, mediante una remembranza del viento en el invierno, la necesidad de un refugio que garantice la vida del grupo, del clan, de la familia. Es la asociación que el arte permite entre el subconsciente y la capacidad expresiva de hacerlo real, de compartirlo, de objetivarlo.
Así también, el calor de la cocina, el olor de la comida en los vapores del horno, de la olla hirviente, de la cocina a leña, disipa y contrasta con el hielo de “afuera”, el inhóspito espíritu polar que arrasa con la vida.
Para ver más sobre él, entra en: Vinilo Decorativo Ventisca
